El partido en casa de los Lakers contra los Brooklyn Nets de Nueva York, el día de Navidad, fue una fiesta de presentación para Crypto.com Arena, el nuevo nombre del auditorio antes conocido como Staples Center. El objetivo del acuerdo para el cambio de denominación, que supuestamente le costará a la compañía con sede en Singapur más de 700 millones de dólares, es promover Crypto.com como la mejor manera de comprar y vender criptomonedas, así como bienes digitales relacionados.
Hoy, sin embargo, solo una fracción del mundo de los espectadores de televisión podría explicar la diferencia entre una tarjeta de regalo de Bitcoin y una de Amazon, o entre una ficha no fungible y una ficha de Chuck E. Cheese. El entusiasmo exagerado que rodea a las criptomonedas puede ser ineludible, pero eso no significa que la gente entienda cómo funcionan o por qué algunos de sus valores han girado tan salvajemente.
Estos son algunos de los conceptos básicos que le ayudarán a ponerse al día. No interprete nada de esto como un respaldo a las criptomonedas, que en la actualidad no son particularmente útiles como monedas ni confiables como inversiones.
¿Qué es una criptomoneda?
Para comprender a las criptomonedas, es necesario considerar que Bitcoin surgió de las cenizas de la crisis financiera mundial de 2007-08.
Creada por un individuo o grupo que usaba el seudónimo de Satoshi Nakamoto, Bitcoin, la primera criptomoneda en ganar un punto de apoyo global, fue facturada como una versión digital del dinero que no dependía de los bancos y era impermeable a la interferencia gubernamental. Cualquiera puede intercambiar bitcoins con cualquier otra persona, en cualquier momento y por cualquier razón.
Pero la criptomoneda es solo el primer uso de una tecnología, llamada “blockchain” (o cadena de bloques), que se está extendiendo lentamente (y potencialmente sacudiendo) otras actividades, como bienes raíces, música y juegos. La de Bitcoin existe únicamente para realizar un seguimiento de los bitcoins, pero Ethereum y las iniciativas posteriores utilizan cadenas de bloques para ejecutar “contratos inteligentes”, aplicaciones que podrían activarse bajo demanda. Como resultado, esta secuencia de datos vinculados ofrece una alternativa no solo para los bancos y los administradores de registros gubernamentales, sino también para los servidores informáticos.